Page 62 - Manuale di preghiere quotidiane e per ogni occasione (2014)
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Oh Madre, implora para nosotros la misericordia de Tu Hijo
          divino y vence con la clemencia el corazón de los pecadores.
          Son hermanos nuestros e hijos tuyos que cuestan la sangre
          del dulce Jesús y entristecen su sensibilísimo Corazón. Mués-
          trate a todos cual eres,  Reina de paz y de perdón.
          Ave María.
          Es verdad que nosotros, somos los primeros que, a pesar
          de ser tus hijos, con los pecados volvemos a crucificar en
          nuestro corazón a Jesús y traspasamos y herimos nueva-
          mente tu corazón. Lo confesamos: somos merecedores de
          los castigos más duros, pero tú recuerda que, en el Gól-
          gota, recogiste, con la Sangre divina, el testamento del Re-
          dentor  moribundo,  que  te  declaraba  Madre  nuestra,
          Madre de los pecadores, Tú pues, como Madre nuestra,
          eres nuestra Abogada, nuestra esperanza.
          Y nosotros, gimiendo, extendemos nuestras manos supli-
          cantes hacia ti, gritando: iMisericordia! Oh Madre buena,
          ten piedad de nosotros, de nuestras almas, de nuestras fa-
          milias, de nuestros parientes, de nuestros amigos, de nos
          nuestros difuntos, sobre todo de nuestros enemigos y de
          tantos que dicen que son cristianos y, sin embargo, ofen-
          den el Corazón amable de su Hijo. Piedad hoy implora-
          mos  por las naciones descarriadas, por toda Europa, por
          todo el mundo, para que arrepentido vuelva a tu Corazón.
          Misericordia para todos ioh Madre de Misericordia!
          Ave María.
          iDígnate benévolamente exaudirnos, oh María! Jesús ha
          colocado en tus manos todos los tesoros de Sus gracias y
          de Sus Misericordias. Tú estás sentada, coronada Reina,
          a la derecha de tu Hijo, resplandeciente de gloria inmortal
          sobre todos los Coros de los Ángeles. Tú extiendes tu do-
          minio, cuán extendidos los cielos, y a ti la tierra y todas las
          criaturas están sometidas. Tú eres la omnipotente por gra-
          cia, tú, pues, puedes ayudarnos. Si tú no quisieras ayudar-


                                                  MISSIONARIE DoITRINA CRISTIANA
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